Sin categoría

El escalón perdido

IMG_1107

Todos los grandes cambios inician con un pequeño paso.

«¡Mañana dejo de fumar!», «¡A partir de hoy, voy al gimnasio tres veces a la semana!» Propósitos como estos se hacen con las mejores intenciones pero raramente logramos mantenerlos por mucho tiempo. La fuerza de esa voluntad inicial va a menos en presencia del esfuerzo o la dificultad percibida, las emociones negativas y el cansancio.

Se descuidan escalones en la subida a la azotea. Afirmaciones como las anteriores son muy genéricas y no incluyen información acerca de cómo alcanzar el propósito.

¿Cuántos  escalones tiene la escalera que he construido?, ¿cuál es el escalón perdido? Se trata de decirse ”¿qué pequeños pasos puedo dar para alcanzar mi meta?»

De esta manera se define el propósito estableciendo mini metas que no son costosas, que no tienen un peso emocional, ni requieren de mucho esfuerzo y por tanto no suponen cansancio.

Por ejemplo las propuestas del tipo hacer diez flexiones se convierten en dos flexiones, porque una vez iniciada la tarea es más fácil continuar, y la propuesta ‘perder 50 kilos en un año’ se puede convertir en 250gr a la semana. No es un problema cuánto tiempo pasará hasta conseguir la meta deseada porque seguro que este nuevo hábito durará toda la vida.

En resumen, las mini metas que no sobrecargan la fuerza de voluntad son la mejor vía para desarrollar costumbres nuevas.

Sin categoría

Construimos realidades

Son muchas las anécdotas reales e historias antiguas que nos muestran cómo de la misma realidad se pueden tener percepciones y opiniones muy diversas, y cómo, sobre la base de cada una de éstas, las reacciones de las personas cambian.

También muchos autores de referencia han tratado este tema. Oscar Wild, destacado escritor poeta y dramaturgo, afirma que «No existe una realidad verdadera, sino tantas realidades como se puedan inventar» o el profesor de psicología Von Glasersfeld que aseveró  que “no existe una realidad verdadera; solo existe una realidad que construimos permanentemente en función de nuestra percepción, nuestra experiencia, nuestro lenguaje”.

Frente a las teorías positivistas o deterministas que quieren patrocinar  la posibilidad de un conocimiento verdadero y describir la verdad de las cosas, el enfoque constructivista defiende que no existe tal conocimiento realmente verdadero.

Se refiere a la imposibilidad de lograr una verdad definitiva, solamente un conocimiento idóneo, o un conocimiento instrumental que nos permite administrar la realidad con la que interactuamos.

Según este enfoque la intervención se encamina hacia el perfeccionamiento de nuestra capacidad de administrar estratégicamente la realidad que nos rodea. Esta visión de los problemas nos enseña a gobernar la realidad del modo más funcional posible.

Se estudian los modos más funcionales de actuar con relación a una realidad nunca del todo verdadera, ya que ésta es fruto de los puntos de vista que adoptamos, de nuestras creencias y de nuestros modos de comunicarnos.

Este no es un enfoque moderno sino que ya Epicteto, el filósofo de la antigüedad afirmaba: «No son las cosas en sí mismas las que nos preocupan, sino la opinión que tenemos de ellas»

El modelo · Sin categoría

El Enfoque Estratégico

“Cuando nos encontramos ante una dificultad, la primera cosa que se nos ocurre hacer para resolverla es utilizar una estrategia que nos parece eficaz, a menudo porque ha funcionado en el pasado para una dificultad similar.
Si la estrategia elegida funciona, la dificultad se resuelve pronto. Pero a veces, nuestra estrategia no funciona como habíamos esperado y esto nos lleva a intensificar nuestros esfuerzos en esa dirección, ya que la solución pensada nos sigue pareciendo todavía la más lógica, la más obvia, o la única posible.
Pero cuanto más aplicamos esta estrategia, la dificultad inicial no sólo no se resuelve, sino que tiende a complicarse, transformándose en un verdadero problema»
Giorgio Nardone

En estos casos, parece obvio que, desvelar las causas originales del problema no es necesario. Más bien, sirve trabajar sobre cómo se mantiene en el presente, sobre esos  esfuerzos que la persona lleva a cabo en la dirección del cambio, es decir, sobre las «soluciones intentadas». 

Insistir en estos intentos fallidos de solución es lo que mantiene la situación invariable. A menudo reconocemos estas soluciones como no funcionales, no obstante, no conseguimos hacer algo diferente, desarrollando así una profunda desconfianza en la posibilidad de conseguir un cambio.

En este sentido, el modelo estratégico se encamina hacia los cambios en la percepción, apuntando al nivel más básico de la psicología, ya que la percepción es la base de la psicología. Para lograr un cambio de percepción, durante la intervención se lleva a la persona a sentir experiencias, antes que a comprender. Para esto se utilizan estratagemas terapéuticas, creando en la persona lo que Frank Alexander llamaba una “experiencia emocional correctiva”, esto es cuando el cambio de las percepciones conlleva un cambio en las reacciones.

Es decir, desde el enfoque estratégico, utilizamos una comunicación que encamina a la persona primero a sentir diferente, luego a reaccionar diferente y sólo al final, a cambiar sus cogniciones.